miércoles, 1 de septiembre de 2010

Eusebio y la muerte

Eusebio tenia 80 años cuando decidió hacerle una apuesta a la muerte. Él tenía que morir pronto, era su decisión. 
La muerte sonrió, era algo muy fácil de ganar. Pero, ¿en cambio a qué era la apuesta?Eusebio le dijo que en cambio quería ser un día la muerte, si por acaso la muerte decidía matarlo tendría la maldición de la vida.
Y la muerte qué ganaba con este asunto...
Después del día de ser la muerte, Eusebio dejaría de existir eternamente y su cuerpo se convertiría en una nueva y brillante arma letal de muerte.
La muerte lo pensó.
Eusebio le dijo que la muerte tenia que ser natural, si no el pacto no servía de nada y la vida se lo comería.
Eusebio estaba convencido que en menos de un año estaría muerto, pero la muerte no se lo permitiría. 
Eusebio dejo de comer.
Bajo de peso.
Se volvió un esqueleto.
Un esqueleto fuerte y sano según decía el doctor.
Eusebio dejo de salir.
Empalideció.
Se olvido de caminar.
La muerte convenció a su esposa de que contratara una enfermera.
Eusebio dejo de hablar.
Su boca apenas de abría.
Con un popote lo alimentaban.
Su cuerpo se resistía.
Eusebio dejo de moverse.
La enfermera le hacía masajes todas las tardes.
Le movia las piernas antes de dormir.
Lo bañaba todos los días a las 9 de la mañana.
Eusebio dejo de tener control de su cuerpo.
Los pañales ya no le incomodaban.
Tres veces por semana se cambiaban las sabanas.
Eusebio se invento enfermedades.
Su cuerpo seguía sano.
Los doctores le enviaron un psiquiatría.
Eusebio sólo quería ganar la apuesta.
Pasaron casi 20 años.
Si Eusebio llegará a cumplir 100, perdería la apuesta.
Eusebio ya no se acordaba porque estaba tirado en la cama.
Viendo como la piel le colgaba.
Viendo como ninguna enfermedad, virus o contratiempo lo molestaba.
Eusebio vomitaba tres horas después de ingerir alimentos.
Los dientes se le cayeron. Le compraron una dentadura.
Su esposa murió antes que él. La muerte la abrazó dulcemente en sus sueños.
La muerte estaba a punto de ganar, pero ¿por qué Eusebio quería ser la muerte?
Eusebio sólo miraba la tele, todo el día. Viendo partidos de fútbol.
Su nieto lo visitaba todos los sábados a las 5 de la tarde.
No le gustaba el fútbol, pero después de casi 20 años.Ya se había aprendido todos los torneos, las jugadas, los nombres. 
Un día antes del cumpleaños 100 de Eusebio su nieto le dijo.

-Si no hubieras deseado tanto la muerte a tus pies, quizá ya te hubieras ido como la abuela. Pero, la casa se cae en pedazos, la enfermera se ha adueñado de la casa, ya no queda nada que heredar. Tus hijos ya no te vistan. De hecho desde hace 5 años, soy el único que estoy aquí. Sentado observandote como miras 90 minutos de lo mismo.  
-Si hoy muero yo gano.
-Dime abuelo, ¿qué se gana cuándo ya los has perdido todo?
Eusebio cerró los ojos. Su corazón dejo de latir.
La muerte estaba observando, sus ojos brillaron. Eusebio quería ser la muerte para matar a su socio, que lo había defraudado hace más de 20 años. La muerte se ría.
-Lo siento Eusebio, la muerte siempre gana porque la vida es más brutal. 
El nieto de Eusebio también sonría. Por fin dejaría de ver esos 90 minutos que no llevan a nada. Que después de 20 años, se les pierde el sentido. 
Apagó el televisor. 
No le dijo a nadie.
-¿Y ahora qué haré los sábados por la tarde? se preguntaba mientras salía de la mansión derruida y observababa un nuevo amanecer.
La muerte lucía resplandeciente con su hacha de plata. 
Iba en busca de otra apuesta.

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