miércoles, 4 de agosto de 2010

Capítulo III. Los pensamientos de los Dioses

Quiero comerte, lentamente…
Primero tienes que olvidar tu pasado
Todas esas caricias que no sabemos si volverán
Tu cuerpo desnudo
Las miradas se cruzan

Monstruos gigantes que hay que domar
Jugar a que no somos humanos
Yo como gitana que lanza una bola de cristal
Seduciendo al enemigo
Con bailes prohibidos
Y ensoñaciones ajenas

Tu como caza recompensas
Buscando problemas
En lares remotos con seres mágicos
Buscando ese ser interior
Libre
Sin dueño

No te robes mi alma
Mientras intento robarte más que un beso
Una daga que me transforme
En una bella hada
Donde los hechizos se vuelvan polvos
Y mi alma se cure

No te fíes
Que Hades y Zeus nos están viendo
Todavía no deciden
Si tendremos nuestro encuentro

Mientras cazas un dragón
Y te robas más de una canción
Yo te observo en mi caldero mágico
Preparando esa poción
Que no se si utilizar

Todavía los dioses no me han dado el permiso
Pero extraño tu energía rozando
Todos esos poros que se abren lentamente
Miles de partículas que se transforman
En tu aroma

Luchas con farsantes
y esperas sigilosamente la acción
preparas tu arma mortal
la misma daga
que me dará la libertad

un encuentro más
ya se nos olvido quien era el espía
quien era el amante
los dioses sólo observan

un gesto
y te sigo
una mirada
y no se que pase

quizá no te mate
y elimine a todos tus enemigos
quizá no me mates
y te robes mi alma por un rato

Hera quiere pasión
Afrodita un poco de amor

Yo me imagine
Comiéndote lentamente

Tú sólo quieres acción.

Los dioses lanzan los dados.

Dime, ¿qué estas esperando?

No hay comentarios:

Publicar un comentario